¡Aquí hay renombre!
Hay muchos caminos para empezar en esto de los tebeos como escritor. Uno es tener enchufe, otro es saber por dónde se enchufa alguien (o le gusta que le enchufen, ya se sabe que el método Lewinsky está testado en las más altas esferas), otro bastante común es a base de la insistencia propia del frikismo recalcitrante, pero sin duda parece una tendencia que una vez hecho un nombre en otro medio "socialmente más aceptado o general", como la televisión en este caso, se tenga carta blanca para tomar las riendas de algún comic, bien a modo de caridad frikil (¡uno por los viejos tiempos!) o a modo de experimento / entrenamiento personal.
En este medio no es peligroso, ¡pero temed a Brad Pitt haciendo de arquitecto en el estudio de Frank Gehry!